martes, 13 de noviembre de 2012

00. Prólogo: ¿Cómo hablar de Dios hoy?


INTRODUCCIÓN GENERAL A TODO EL CURSO:

·         El AÑO DE LA FE es una llamada que hace la Iglesia en una doble dirección.
o   Suscitar la fe en el que no la tiene. Como respuesta al encuentro personal con Cristo.
o   Convertir, reanimar, purificar y testimoniar la fe en el que está “cansado de creer”.
·         La Iglesia vuelve al Credo para profundizar en las verdades que sostienen su vida. En medio de crisis y convulsiones.
·          “Tu fe te ha curado”, son palabras de Jesús. Esa fe que nos salva es la que queremos comprender mejor, para vivirla y testimoniarla.
·         En este itinerario vamos de la mano de uno de los obispos más jóvenes de España, Raúl Berzosa Martínez, con su libro: “El Credo de nuestra fe”.

Prólogo: ¿Cómo hablar de Dios hoy?

Ø  Anécdota del teólogo Henri de Lubac:
Siendo un muchacho, recuerda que un día tuvo que escuchar un sermón como tantos otros. Queriendo decir algo sobre Dios, el predicador había presentado a su auditorio lleno de jóvenes todo un conjunto de fórmulas abs­tractas y devotas, que habían producido sobre el espíri­tu de los que no estuvieran dormidos el efecto más ridí­culo. El inspector, que era un hombre de Dios, oyó que Henri estaba haciendo bromas y riéndose del predicador.  Se le acercó al risueño jovencito y, en lugar de darle una reprimen­da, le dijo suavemente: “¿Has pensado alguna vez que no hay cosa más difícil que hablar de Dios?”. El muchacho, que no era tonto, reflexionó. Y este incidente le hizo entrar por primera vez en la conciencia del miste­rio; del doble misterio del hombre y de Dios.


Ø  ¿Cómo podemos hablar de Dios al hombre y a la mujer de nuestros días?

-Un Dios que ha sido relegado por la tecnología que parece que todo lo puede
-Un Dios que ha sido sustituido por el nuevo culto a la diosa Gaia, del ecologismo y el deporte
-Un Dios sospechoso de todas las violencias (fundamentalismo islámico) y de todos los conflictos (fundamentalismo científico).
-Un Dios que ha sido reducido al simple desarrollo individualista de nuestro potencial humano (New Age).

Ø  Se está produ­ciendo una verdadera transformación de lo sagra­do, porque una sociedad secularizada no es nece­sariamente una sociedad arreligiosa, sino una sociedad donde las religiones tradicionales no de­tentan ya el monopolio. En este sentido, no es la pura indiferencia lo que caracteriza nuestra socie­dad, sino el que las creencias escapan al control de las iglesias y religiones tradicionales. No está en crisis lo sagrado, sino la «religión de iglesias». De alguna manera, del fiel practicante hemos pasado al peregrino o coleccionador de experiencias y de re­ligiosidad «a la carta».

Ø  ¿Puede estar de actua­lidad el Credo? Tras la caída de las ideo­logías, el problema del hombre y el problema mo­ral se plantean de un modo totalmente nuevo: ¿Qué debemos hacer? ¿Qué hay que hacer para que la vida sea como tiene que ser? ¿Quién puede dar­nos un futuro digno de vivirse? Dado que el Credo responde a estas preguntas, se puede decir que está de plena ac­tualidad. El Credo nos hablaría entonces, insepara­blemente, de Dios y del hombre. El Credo respon­de a la pregunta de quién es Dios y quién el hombre, en verdad, y cuál es la felicidad plena, ya que todos anhelamos la felicidad. Y la respuesta es clara: la felicidad es el amor que nos otorga un Dios Amor

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