martes, 13 de noviembre de 2012

01 Capítulo I: La fe es eclesial


I. LA FE ES ECLESIAL

Ø  El Credo tiene su origen en el mandato del Señor: “Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado...” (Mt 28,19-20).

Ø  El Credo nacerá en torno al Sacramento del Bautismo. Desde el principio al que iba a ser bautizado, se le hacían tres preguntas: ¿Crees en Dios Padre todopoderoso? ¿Crees en Jesucristo, Hijo de Dios? y ¿Crees en el Espíritu Santo? Posteriormente estas tres preguntas se irán desarrollando y ampliando.

. En el siglo I, al que iba a ser bautizado, se le hacían tres preguntas:
-          ¿Crees en Dios Padre todopoderoso?
-          ¿Crees en Jesucristo, Hijo de Dios?
-          ¿Crees en el Espíritu Santo?

. En el siglo II se amplía la parte que corresponde a la Fe en Jesucristo.
. En el siglo IV se pasa de la forma de cuestionario a la de proclamación de verdades.
. Va calando la idea poco a poco y de forma desigual en toda la Iglesia:
-          En Occidente, resultarán varias fórmulas, todas en clave de historia de la salvación que culmina en Cristo, que se hizo hombre por nosotros y vino a salvarnos.
-          En Oriente, las fórmulas eran más cósmicas y salvíficas.
-           
> El "Credo de los Apóstoles": Se tiene constancia de su existencia en el Sínodo de Milán del año 390.
La fórmula actual escrita tiene origen español hacia el siglo VIII, aceptada por Roma entre los s. IX y XI.
Fue integrada en el Catecismo de Trento y apreciados por los protestantes.

> El Credo Niceno-constantinopolitano: Recoge elementos de los dos concilios, Nicea y Constantinopla. Se fina después de Calcedonia en el 451.

> El Credo del Pueblo de Dios: Formulado por Pablo VI en 1968.


Ø  El creer comporta una dimensión eclesial y comunitaria. Desde el Bautismo se mues­tra que el creer nos viene mediante el diálogo, por la escucha. Se nos pregunta, pri­mero: «¿Crees?». Y, acto seguido, viene la respuesta: «Creo». La Fe viene desde la audición que la comu­nidad eclesial te hace y no tanto de la reflexión, que es un segundo momento. Por eso el cristianismo no es ideología, literatura o filosofía. En la filosofía, el pensamiento precede a la idea y al concepto. En la Fe, lo esencial y que penetrará a la persona «vie­ne de fuera, de la escucha, de la aceptación de lo dado».

Ø  Igualmente, la Fe está ordenada a la comunidad y desemboca en una vida comunitaria. La comunidad eclesial, y en ella la comunión, es parte esencial de la Fe de cada cristiano. El cris­tianismo no es un sistema de ideas, sino un «cami­no». El «nosotros» de los cristianos no es algo se­cundario o superpuesto. Somos los convocados o llamados (ecclesia) en camino hacia la nueva Jerusalén. 

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